8 señales de un mal agarre del lápiz pinza o trípode

1. Escritura pobre o trazos débiles

Agarrar un lápiz de forma incorrecta puede provocar que su hijo sienta inestabilidad al tomarlo (caídas continuas). Los niños se concentran tanto en sostener el lápiz que no ponen atención en el aprendizaje del trazo de las letras. Esto resulta en trazos incompletos, deformes, débiles e inconsistentes, además de una inhabilidad para escribir sobre y entre líneas.

2. Puntas de los dedos o nudillos rojizos.

 Una clara señal de un mal agarre del lápiz surge cuando las puntas de los dedos o los nudillos se enrojecen al escribir.

Esto sucede porque los niños suelen poner una presión extra en los dedos o nudillos para poder sostener el lápiz y realizar los trazos de manera consistente.

Esta presión adicional afecta el desarrollo de los músculos y las articulaciones de las manos. Además, puede provocar cansancio al escribir y dolor intenso en dedos, manos, brazos y hombros.

3. Mala postura corporal .

Son muy pocas las ocasiones en las que una mala postura corporal se asocia directamente con el mal agarre de un lápiz. Sin embargo, es una señal muy importante, ya que una postura incorrecta del cuerpo puede provocar dolor y cansancio en manos, brazos, hombros e incluso en la zona baja de la espalda.

Cuando un niño sostiene el lápiz de manera incorrecta, su visión suele estar bloqueada por el propio lápiz. Para poder ver lo que escriben, con frecuencia se acercan mucho al papel, recargan la cabeza en el escritorio o estiran demasiado el cuello.

4. Hoyos en el papel.

Esto sucede cuando el niño aplica demasiada presión sobre el lápiz.

5. Rompimiento de la punta del lápiz.

Esto también se debe a que los niños ejercen demasiada presión sobre los lápices para sentir que los controlan y que pueden hacer el trazo de manera segura.

En consecuencia, se pierde tiempo al utilizar el sacapuntas constantemente y los útiles escolares no rinden adecuadamente.

6. Quejas de cansancio o manos cansadas.

La causa de esto es un exceso de presión en los trazos y una mala postura corporal.

7. Dificultad para terminar las tareas a tiempo.

Debido a que experimentan un cansancio excesivo, múltiples interrupciones por puntillas rotas, un esfuerzo muscular y mental significativo, y a que ponen poca atención en el aprendizaje de las formas, los niños suelen tener problemas para terminar los trabajos en los tiempos esperados. Esto puede ser un factor de estrés capaz de generar gran frustración y dificultad al aprender a escribir.

8. Falta de confianza y habilidades para participar en clase.

Los niños son muy sensibles y conscientes.

 Cuando no pueden terminar las tareas a tiempo de manera óptima, mientras realizan un esfuerzo muscular y mental significativo, esto puede hacerlos sentir inseguros y renuentes a participar en las actividades de la escuela o incluso dañar su autoestima.

 En lugar de sentir frustración, cansancio y dificultad, los niños deben enfocar su energía en aprender, crear y expresarse. Esto se puede lograr al aprender a agarrar un lápiz correctamente (en forma de pinza o trípode).